Autor: Detective

Los 98 Datos que Facebook sabe de ti

A estas alturas todo el mundo debe(ría) saber que Facebook es una herramienta que, a cambio de su «gratuidad», utiliza nuestros datos como producto para venderlo a sus anunciantes.

Recientemente se habla de que los clientes de las compañías telefónicas sean quienes escojan qué datos comparten al usar Internet (básicamente, Facebook, WhatsApp y Twitter). No obstante, la idea no agrada a algunos expertos en seguridad informática, que lo identifican como una maniobra de las operadoras para ganar mercado en el sector de los megadatos.

Más allá de la polémica, ahora que los datos personales se sitúan en el centro de las noticias, es buen momento para recordar que tienen valor. Y digo recordar porque el 80% de las personas ya sabemos que nuestros datos personales son valiosos para las empresas. De lo que no somos conscientes, quizá, es qué saben sobre nosotros. O, mejor dicho, qué información personal hemos dado a cambio de ese servicio.

Pues bien, Facebook sabe de nosotros casi un centenar de elementos. Los monitoriza para poder dirigirnos los anuncios que considera que pueden ser relevantes para nosotros. ¿Y cuáles son? Aquí tienes la lista completa de los 98 datos que sabe Facebook de sus usuarios:

  1. Localidad
  2. Edad
  3. Generación
  4. Género
  5. Idioma
  6. Nivel educativo
  7. Área de estudios
  8. Colegio
  9. Afinidad étnica
  10. Renta y patrimonio
  11. Propiedad y tipo de vivienda
  12. Valor de la vivienda
  13. Tamaño de la vivienda
  14. Metros cuadrados de la vivienda
  15. Año en que la vivienda fue construida
  16. Composición del hogar
  17. Usuarios en nuevas relaciones
  18. Tu cumpleaños y aniversario
  19. Si estás lejos de tu familia o ciudad natal
  20. Cumpleaños de amigos
  21. Usuarios en relaciones a larga distancia
  22. Usuarios con nuevos trabajos
  23. Parejas recientes
  24. Usuarios recién casados
  25. Usuarios que se acaban de mudar
  26. Usuarios con cumpleaños cercanos
  27. Padres
  28. Padres a la espera de un bebé
  29. Madres, divididas por “tipo” (deportistas, de moda, etc.)
  30. Si son propensos a participar en política
  31. Conservadores y liberales
  32. Estado de tu relación
  33. Para quién trabajas
  34. Industria
  35. Título profesional
  36. Tipo de oficina
  37. Intereses
  38. Dueños de motos
  39. Si tienes pensado comprar un coche (qué tipo, marca y cuándo)
  40. Si compraste piezas o accesorios de coches recientemente
  41. Si eres propenso a necesitar piezas o servicios de coches
  42. Estilo y marca de coche que conduces
  43. Año de compra del coche
  44. Edad del coche
  45. Cuánto dinero podrías gastar en tu próximo coche
  46. Dónde es probable que el usuario compre otro coche
  47. Cuántos empleados tiene tu compañía
  48. Dueños de pequeñas empresas
  49. Usuarios que trabajan en puestos de gerencia o son ejecutivos
  50. Si has donado a la caridad (divididos por tipo)
  51. Sistema operativo de tu ordenador
  52. Si juegas en Facebook
  53. Dueños de una consola de videojuegos
  54. Creadores de eventos en Facebook
  55. Si has realizado pagos en Facebook
  56. Si has gastado más del promedio en Facebook
  57. Administradores de páginas de Facebook
  58. Si subiste fotos recientemente a Facebook
  59. Navegador de Internet
  60. Servicio de e-mail
  61. Adoptadores tempranos o tardíos de tecnología
  62. Expatriados (divididos por país del que provienen)
  63. Si perteneces a una cooperativa de crédito, banco nacional o regional
  64. Inversores (y tipo de inversión)
  65. Número de líneas de crédito
  66. Si tienes tarjetas de crédito activas
  67. Tipo de tarjeta de crédito
  68. Usuarios de tarjeta de débito
  69. Si mantienes un saldo fijo en su tarjeta de crédito
  70. Usuarios que escuchan la radio
  71. Preferencia de programas de televisión
  72. Usuarios de dispositivo móvil (divididos por marca)
  73. Tipo de conexión a Internet
  74. Usuarios que han adquirido recientemente un dispositivo móvil
  75. Usuarios que acceden a Internet desde un dispositivo móvil
  76. Usuarios que usan cupones o descuentos
  77. Tipo de ropa que usas en tu casa
  78. Momento del año en que haces más compras
  79. Compradores asiduos de cerveza, vino o licores
  80. Usuarios que compran comestibles (y qué tipo)
  81. Usuarios que compran productos de belleza
  82. Usuarios que compran medicamentos
  83. Usuarios que gastan dinero en productos para el hogar
  84. Usuarios que gastan dinero en productos para niños o mascotas
  85. Usuarios que compran online
  86. Tipo de restaurantes que frecuentas
  87. Tipo de tienda en la que compra
  88. Usuarios “receptivos” a las ofertas
  89. Cuánto tiempo viviste en tu casa
  90. Usuarios propensos a mudarse pronto
  91. Interesados en los Juegos Olímpicos, fútbol o Ramadán
  92. Si viajas con frecuencia (trabajo o placer)
  93. Si te desplazas para trabajar
  94. Tipo de vacaciones a las que sueles ir
  95. Si volviste hace poco de un viaje
  96. Si usaste una app de viajes
  97. Si tienes una multipropiedad
  98. Si tienes mascota o hijos y tiendes a gastar mucho dinero en ellos

Por eso, si valoras tu privacidad elimina la cuenta de Facebook definitivamente o, como mínimo, borra estos 5 datos: teléfono móvil, fecha de cumpleaños, lugares donde has estado, eventos a los que asistirás, los «Me Gusta».

Via  |  WhasingtonPost

¿Qué harías en caso de ser víctima de un robo o uso fraudulento de tu tarjeta?

portfolio02Parece que nunca nos va a pasar a nosotros. Siempre es otro el que te cuenta que ha sido víctima de un robo/duplicado fraudulento de su tarjeta.
Y, en ese momento, su testimonio nos hiela el corazón al ver la facilidad con la que se lo han hecho, el disgustazo que se lleva  y la odisea en la que se convierte su mundo durante un tiempo.
Luego, la historia -como NO nos ha pasado a nosotros directamente- la guardamos en la memoria a corto plazo. Y a otra cosa…

Pues bien, lo que te voy a contar te interesa sólo si haces alguna de estas dos actividades:

  • Viajar
  • Comprar por Internet

Seguramente haces alguna de ellas o… ¿ambas? Así que, ya de entrada, te recomiendo que te familiarices con estas circunstancias fraudulentas: “clonación/duplicación de tarjetas” y “robo de datos bancarios”. Y que, después, seas consciente de que tú también eres objetivo potencial. Esto también te puede pasar a ti.

Si bien las entidades financieras destinan muchos recursos económicos a implementar medidas de seguridad que protejan al cliente y sus operaciones, las técnicas de clonación de tarjetas y de robo de datos bancarios intentan siempre avanzarse para violar los sistemas de seguridad.

En este sentido, los bancos reciben anualmente ficheros facilitados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o por las grandes compañías suministradoras de tarjetas de crédito como Visa y Mastercard donde listan los datos de las tarjetas que han sido sustraídas. Y es que es frecuente que quien comete el delito sólo quiera esos datos para revenderlos a otros delincuentes. Esto provoca que desde que el robo se produce hasta que ocurre el fraude puedan pasar muchos meses y, por tanto, que sea muy difícil trazar el origen hasta el momento del fraude.

En el caso que nos ocupa, los pagos efectuados en el extranjero encabezan el ranking de robo de datos bancarios y duplicados de tarjeta. Incluso, muchas entidades financieras llegan a dar de baja tarjetas usadas en un determinado país o cierto establecimiento por riesgo de fraude.

Ya que, aunque la mayoría de tarjetas llevan incorporado chip, firma mediante PIN y código EMV, estas situaciones fraudulentas siguen dándose. De ahí que los delincuentes siempre vayan un paso por delante de la implementación de medidas de seguridad.

Algunas medidas de prevención de estos fraudes

Si viajas:

  • Avisa al emisor de la tarjeta adónde te diriges y por cuánto tiempo.
  • Anota los números de atención al cliente de la entidad financiera nacionales o del extranjero.
  • Conserva los recibos y confírmalos con tu estado de cuenta.
  • No pierdas de vista tu tarjeta. 

Es habitual dejar manipular la tarjeta detrás de un mostrador o en una trastienda al realizar los pagos en TPV. Bastan unos segundos para descargar los datos de la banda magnética de la tarjeta en un dispositivo (6 dígitos, nombre, caducidad y CVV).

Si compras por Internet:

  • Mantén actualizado tu sistema antivirus.
  • Haz seguimiento de tus compras a través de las alertas de tu banco (tanto por correo electrónico como por mensaje de texto).
  • Activa las medidas de seguridad adicional conocidas como “Verified by Visa” o “MasterCard SecureCode” para autenticar las compras por Internet.

 

¿Qué hacer si te clonan la tarjeta o eres víctima de un fraude de robo de datos bancarios?

  1. Contacta con tu entidad bancaria para explicarles qué ha sucedido y que puedan bloquear de inmediato la tarjeta para evitar cargos, o incluso que se efectúen más operaciones con los datos si el fraude ya se ha producido.
  1. Denúncialo a la policía, independientemente de la cuantía defraudada. Sin copia de la denuncia, no se puede reclamar al seguro o a la entidad bancaria para que se haga responsable. Además, permitirá detectar y detener redes delictivas que se dedican a la duplicación de tarjetas y robo de datos bancarios.
  1. Acude a tu oficina para presentar reclamación por cargos indebidos no autorizados. Lleva contigo copia de la denuncia.

 

¿Qué hay de tu dinero?

Normalmente, la retrocesión de los cargos es asumida por el propio banco o los emisores de tarjetas Visa y MasterCard. La otra posibilidad que hará que recuperes la pérdida económica es reclamar al seguro, pues la mayoría de tarjetas cuentan con una póliza colectiva ante uso fraudulento.

Finalmente, recuerda que aunque la seguridad al 100% no existe, la prevención es siempre la mejor medida contra el fraude.

7 claves para detectar si tu pareja te engaña

Por un momento me gustaría que pudierais ver a través de mis ojos de detective. Un misterioso anónimo que observa atentamente desde una cercana lejanía el juego amoroso a 3 bandas que llevan una pareja y el/la amante. Qué morboso, ¿verdad?

Pues para mi, no lo es. Pocos se imaginan lo duro que es ser testigo de episodios de ansiedad, decepciones, engaños y, al fin y al cabo, dolor. Habrá quien diga que ese mal trago viene en el precio de la investigación y, antes, así lo creía. Ahora, por fortuna y para mi salud mental, hace tiempo que estos asuntos dejaron de estar encima de mi mesa de trabajo.

Sin embargo, sí guardo la experiencia de aquellas señales que delatan la (posible) infidelidad. Y es que las sospechas de traición de la pareja o de que algo «no va bien» no son suficientes para ponerse en marcha. Hacen falta una serie de alertas que descarten la desconfianza/paranoia propia de una baja autoestima de unos hechos que, a veces, hablan por sí solos.

Aunque definamos algunas señales, éstas no son absolutas y con ellas no podremos concluir si nuestra pareja es, por decirlo de alguna manera, culpable o no culpable. Únicamente detallaré algunas cuestiones del modus operandi que se ha reproducido en la mayoría de los casos en los que he trabajado.

Algunos INDICIOS son los siguientes:

1. Algo pasa con vuestras relaciones sexuales: El deseo sexual desaparece o, en plena faena, el «furor/interés» es casi imperceptible. Recuerda que si hay problemas personales, familiares o laborales pueden afectar al apetito sexual y, en ese caso, ¡no sería motivo para sospechar!.

2. De repente, cuida su aspecto físico: El espejo se convierte en su aliado. Allá donde va se mira, se «retoca» ropa/pelo/etc, deja una estela interminable de perfume, se lava los dientes cuando antes no lo hacía… O bien está reconquistándote o se pone guapo/a para otro.

3. Crece su auto confianza: Empezar una relación hace que a uno le suba la autoestima. Y, ese subidón se hace perceptible si antes no lo tenía o, al menos, no era tan notable.

4. Cambios de humor: Los momentos de irascibilidad, ansiedad y nerviosismo se simultanean durante los días. Todos ellos fruto de la culpabilidad por el affair.

5. Nuevas reuniones u obligaciones: Todas suelen ser fuera del horario estrictamente laboral o académico. Es posible que se justifique y detalle qué ha hecho, con quién, cuánto duró, etcétera. Y con eso se tienen todos los números de que sea mentira. Podéis intentar descubrir si dice la verdad con el post sobre mentiras que publiqué hace un tiempo.

6. Obsesión por su móvil: No se trata de que esté hasta arriba de trabajo ni una nueva adicción a un juego del móvil. La necesidad de ocultación se percibe. También, si lo lleva encima siempre, consulta sus mensajes constantemente, borra todo lo que hace o usa el teléfono a horas intempestivas. Si no te cuenta nada de «eso que hace con el móvil», sospecha.

7. Nuevas aficiones: Siente interés por algo en lo que prefiere que estés al margen (por cualquier excusa) o porque necesita tiempo para su espacio personal e íntimo.

Estas son sólo algunas señales que pueden haceros sospechar, aunque siempre habrá que ser cautos y, como decía anteriormente, poner en cuarentena las sospechas hasta tener algo sólido. No digamos si se trata de una prueba directa como el olor del perfume de otra persona en la ropa o un gasto de algún regalo del que no teníamos noticia.

Si la relación de pareja es importante, y más cuando hay hijos de por medio, mi consejo es poner toda la carne en el asador y preguntar. Y, en caso de no salir de dudas, contratar a un detective para despejar la sospecha. O, si esa situación de pareja os hace sufrir, darla por zanjada. Y, como diría el escritor Paulo Coelho, cerrar el círculo.

WiFi «gratis»

1459118929_wifiEs tentador conectarse a una red pública gratuita. Lo sé. Y sí, yo (también) me he conectado a alguna WiFi abierta. Pero, es tan tentador como peligroso. Por eso, el post de hoy pretende concienciar del uso de este tipo de redes y, también, dar recursos para navegar de forma gratuita y, más importante aún, segura.

Con frecuencia, nos encontramos redes gratis en las que o bien no tienen contraseña de acceso o la que tienen nos la dan con facilidad (por ejemplo, a cambio de consumición en un bar/restaurante). En este sentido, otros lugares donde las encontraríamos serían: en universidades, bibliotecas, hoteles, centros médicos, museos, parques, aeropuertos, estaciones de tren y otros tantos sitios más.

Y aunque estos lugares ofrezcan ese servicio de forma gratuita y como reclamo y no revista ningún peligro aparente, es necesario ser cauto. Hay muchos ciberdelincuentes que se sirven de la gratuidad de esas redes para, por ejemplo, robar datos de las personas que se conectan.

Incluso, para que «piquemos» en la trampa sólo haría falta que dejaran abierta una atractiva red llamada McDonald’s WiFi. Accederíamos a ella a través de un ordenador público, nuestro portátil, smartphone o tableta y…¡zas! Damos la bienvenida -sin saberlo- a que los malos husmeen a su antojo en nuestra información o a que nos introduzcan un virus.

RIESGOS de conectarse «gratis»

Habrá quien crea que en su dispositivo no hay nada tan relevante como para que alguien se interese en robárselo. Aquí recomiendo que os detengáis a pensar qué valor le dais a vuestra información porque seguro, SEGURO, que es mucho menor del que realmente tiene. 1459126652_dangerDe hecho, ¿hay o no hay peligro de robo de datos en aquella vez que te conectaste un momentito para mirar la banca online y consultar los últimos movimientos bancarios (Eh! DATOS BANCARIOS!)?, ¿hay o no hay peligro cuando accedes a tu correo electrónico corporativo (Eh! INFORMACIÓN DE LA EMPRESA!?… Alguien, además de ti, puede estar monitorizando todo lo que tienes, haces, lees… (Uf! este apunte da para otro post sobre Google y su imperio de la información pero lo dejamos para otra ocasión…)

Pues bien, antes de usar una red gratuita hay que saber que desconocemos quién la administra en realidad y qué medidas de seguridad utiliza para proteger a los usuarios de acciones malintencionadas que otros quieran llevar a cabo. Pueden ser ejemplo de riesgos:

  1. Robo de datos que transmitimos: la información que enviamos puede ser leída por personas que no necesariamente tengan conocimientos técnicos muy elevados.
  2. Robo de datos que almacenamos: nuestro equipo, visible a los demás usuarios, sería susceptible de recibir cualquier tipo de ataque.
  3.  Infección de nuestro dispositivo mediante algún virus.

A pesar de estos potenciales peligros, esto no significa que no podamos usar las redes gratuitas, pues pueden ser muy útiles cuando estamos de viaje, en la biblioteca, o en cualquier otro lugar. Pero hay que recordar que el hecho de que sean de acceso libre pone en riesgo la seguridad de la propia red y, con ello, de nuestros equipos.

PROTECCIONES al usar una red WiFi gratis

Una vez sabemos a qué nos exponemos al conectarnos a una red abierta tomaremos una serie de precauciones -aunque habría muchas más- para navegar de una forma segura y tranquila:

  1. Comprueba que la red donde pretendes conectarte es la oficial del lugar. Por ejemplo, si estás en el Museo Picasso (Barcelona), confirma que la red que aparece en tu dispositivo es la WiFi que realmente tienen ellos.
  2. Siempre que puedas conéctate a páginas con una conexión cifrada. Es decir, que tengan certificado de seguridad y que son las que comienzan por https://.
  3. Evita realizar transacciones económicas ni operaciones que requieran introducción de credenciales: banca online, compras online, correo de la empresa.
  4. Utiliza la opción «navegación privada» o «incógnito» para que elimine el rastro de las páginas que has visitado.
  5. Activa la opción de verificación en dos pasos que ofrecen los servicios como Gmail, Hotmail, Facebook, Twitter, …
  6. Si estás en un lugar público (como una biblioteca), protege tu pantalla de miradas indiscretas. ¡Hay mucho mirón/a suelto/a!
  7. Una vez finalices la navegación: desactiva la conexión automática del WiFi y elimina el acceso a esa red.

Ya sabemos que la seguridad al 100% no existe, pero lo que sí está en nuestras manos es proteger al máximo aquella información que manejamos. Ahora que hemos puesto sobre la mesa algunos de los riesgos y, también, maneras de minimizarlos… ¡a disfrutar de una navegación tranquila y segura!.

¿Buscas pareja a través de Internet? Comprueba esto antes

Buscar parejaDice el refrán que «La primavera la sangre altera«. Y, diversas publicaciones, como por ejemplo ésta, señalan que entrar en esta estación del año produce desajustes en algunas de nuestras hormonas.

Por eso, con la llegada del buen tiempo y del cóctel de hormonas que se cuece en nuestro interior, hay valientes que inician la gran aventura de buscar pareja.

Abrirse al amor representa uno de los placeres de la vida. Pero, lejos de que uno se deje llevar por el momento y la pasión, convendría contar con un kit de prevención. Así, aquellos que estéis a punto o ya inmersos en el proceso amatorio, sería recomendable que pensáseis en activar un radar antifraude emocional que incorpore dos recursos: distancia emocional y análisis de datos (objetivos).

En el post de hoy nos centramos en el ámbito de la búsqueda de pareja -que no de «ligues»- a través de Internet. Con sencillos pasos de verificación, podremos detectar señales de alerta y establecer pautas para activar el radar. La finalidad es tener recursos que ayuden -en la medida de lo posible- a prevenir potenciales catástrofes emocionales o, como mínimo, minimizar sus riesgos.

Las páginas de contactos o algunas apps son las vías de acceso más frecuentes para conocer gente. Hay quienes las rechazan porque creen que el canal que se emplea no es el del contacto físico. Lo que significa, para ellos, que conocer a alguien en persona es el método más fiable. No obstante, considero que el grado de verdad de esa afirmación es relativa. Por mi experiencia como detective -y seguro que otros colegas de profesión convendrán conmigo- cualquiera que hayamos conocido tanto en persona como a través de la red puede llevar una doble vida. Por lo tanto, conocer en persona no exime ni reduce el riesgo de engaño.

RADAR

Siguiendo con aquellos que optan por conocer a alguien on line, es importante dejar claro que la ilusión de encontrar a esa persona especial es compatible con ejercer una mirada objetiva. Sobre esto último, sería recomendable aplicarlo durante los primeros estadios del flirteo, previo a la (bendita) enajenación transitoria propia del enamoramiento, donde ser objetivo es una tarea mucho más compleja. Por lo tanto, en esa fase primeriza sería ideal que diéramos cobertura a la parte crítica que habita en nosotros. Aunque, no con el fin de juzgarnos o juzgar a la otra persona sino de introducir el análisis como medida de prevención.

El factor emocional es vital. No podremos chequear algunos datos básicos de la otra persona si no miramos la situación con perspectiva. De ahí el hincapié en fijar ese hábito. De hecho, facilita la tarea la frialdad que nos proporciona el canal que usamos, ya que gracias a la pantalla podemos -y debemos- obrar con ciertas dosis de escepticismo. Al final, después de las verificaciones podremos filtrar y decidir si «nos conviene» aventurarnos en las profundidades de esa persona o no.

Aclarado lo anterior, llega la hora de comprobar la información que tenemos sobre la persona que nos interesa. En TODOS LOS CASOS siempre recomiendo que las verificaciones se hagan muy AL PRINCIPIO, antes de «prendarse» de la persona. Quien descubre que la persona especial ha resultado un fraude, paga un precio emocional muy alto. Antes de que nos suceda podemos intentar protegernos. Algunos aspectos a tener en cuenta son:

  • Imagen de perfil

Buscar en GoogleOcuparemos dos minutos de nuestro tiempo en darle al botón derecho de tu ratón y accionar -tal y como aparece en azul en la foto- «Buscar esta imagen en Google«. Luego, nos dirigirá a la página web del buscador y nos ofrecerá una serie de resultados. Si no observamos nada relevante, sería interesante echar un vistazo a «Imágenes visualmente similares«. A veces salta la sorpresa donde uno menos se espera.

Si usamos una app, descargaremos la foto en el móvil y nos la enviaremos por correo. A continuación, iremos a la web de Google e insertaremos la imagen. Después seguiremos los pasos anteriores.

  • Formas de expresión escrita

Aprovechando la impersonalidad de la pantalla, prestaremos atención a cómo escribe. Seguramente tendrá un estilo particular. Cuando uno cuenta con decenas de conversaciones escritas con la otra persona ya conoce su estilo. Si en algún momento percibimos un cambio de estilo será una señal de alerta.

Siguiendo el hilo del post que escribí 2 Trucos que harán creíbles tus mentiras, cobra especial sentido el párrafo de la narración de fin a principio. En el caso que nos ocupa tendrá que ver con los tiempos verbales. Cuando uno habla de un hecho verdadero sucedido en el pasado usa formas verbales en pasado pero, en caso de estar mintiendo o inventando sobre la marcha, es frecuente emplear algunos verbos en presente. Así, alerta a los ‘lapsus’ verbales.

Por otro lado, hay quien no se atreve a mentir descaradamente y emplea evasivas. Si abrimos las puertas de nuestra vida a alguien a quien estamos conociendo y ése alguien, emplea evasivas o evita profundizar en ciertos aspectos, será un detalle a tener en cuenta. A no ser que se trate de una persona reservada, que le hayan herido y que veamos que las evasivas o la timidez no resulten especialmente sospechosas.

  • Citas que nunca llegan

Seamos realistas. Situaciones y casualidades varias que impidan que una cita se celebre sólo pueden confabularse un número puntual de veces. Por lo que, cuando quedar con la otra persona se convierte en una maratón donde uno sólo hace que saltar obstáculos y no parece llegar nunca a la meta, es un síntoma claro de que algo no está en sintonía.
En esta situación sugeriría preguntar a la otra persona por el verdadero interés hacia nosotros y en caso de que exista, debería materializarse.

Por desgracia, en muchas ocasiones, tiene que ver con alguna mentira o falta de verdad en algo que nos han mostrado o explicado. Suele suceder en aspectos como las imágenes mostradas que no reflejan la realidad y, también, en los estados civiles.
Para descartar que se trate de un fake en la foto, podríamos, por ejemplo, enviar una foto en la que aparezcamos y que le muestre a la otra persona «dónde estamos». El objetivo es que él/ella nos envíe una suya que refleje «dónde está».
Si por el contrario, tiene que ver con su situación personal (que ocultaba que tenía mujer/marido, hijos) recomiendo hacer alguna llamada en horario atípico. El horario en el que normalmente no estamos habituados a hablar.

 

Estos parámetros de control sólo los recomiendo en caso de flagrante sospecha de que le están tomando el pelo a uno. Y, jamás, para toma de represalias. Sólo como método de descarte sobre si interesa o no interesa continuar conociendo a esa persona.

Para finalizar, si uno no detecta nada extraño en inicio, que disfrute de la aventura amorosa. Pero, si las sospechas continúan no sólo después de haber revisado las verificaciones de arriba además de por otras cuestiones, podéis contactarme para buscar una solución.

¡Gracias por vuestro tiempo leyendo el post!

Mirar Atrás te Dará Ventaja

Espejo retrovisorSer optimista se lleva. Por eso, todo lo que tenga que ver con expresiones de (aparente) connotación negativa, se evitan. Son un completo tabú.
En el post de hoy quiero recuperar una expresión negativizada para que la incorporéis, desde ya, en vuestro día a día: MIRAR ATRÁS.

Los libros de motivación y de autoayuda explican técnicas para impulsar el camino personal hacia adelante. Por definición, esto implica que mirar atrás sea sinónimo de no evolución, de atascarse en un recuerdo o problema que nos impide avanzar y resolver el conflicto que se nos ha presentado.

Sin ir más lejos, uno puede comprobar hasta qué punto está negativizada la expresión. Como ejemplo, basta con acudir a Google y buscar «no mirar atrás«. Curiosamente, el buscador devuelve más de un millón de resultados relacionados. Y, por sorprendente que parezca, si uno se interesa por mirar atrás, el buscador entiende que nos hemos equivocado y lo que pretendemos realmente es obtener respuestas entorno a «sin mirar atrás».

Por lo tanto, en este post nos desmarcamos del mirar atrás en el sentido emocional de la expresión y nos centraremos en su sentido literal. El que se refiere a la acción o hábito de prestar atención al entorno para obtener información que nos sea útil y relevante.

1
El cerebro humano está preparado para la supervivencia. Para ello, cuenta con un sistema de detección de peligros que se activa ante las amenazas que percibe como potenciales. Las categoriza y organiza los recursos necesarios para que respondamos en forma de ataque o de huída.
En este sistema intervienen la Corteza Prefrontal Medial y la Amígdala. Tal y como señala el psiquiatra Dr. Ivan Lerma, en este artículo, la primera pone en contexto esa situación de riesgo y media con la segunda para determinar una respuesta que aumente las posibilidades de éxito. Vamos, sobrevivir o morir.

Por lo tanto, es una gran noticia saber que tenemos integrado una especie de software interno que recopila información y se preocupa de asegurar nuestra supervivencia. El problema surge cuando este sistema está dormido o cuando sólo aparece, por ejemplo, en momentos de peligro inminente.

Para no desperdiciar este radar interno propongo añadirle -o perfilar- una habilidad de previsión, que se encargue de ver algo antes de que suceda. ¿Cómo hacerlo? Despertando y entrenando el SENTIDO DE ANTICIPACIÓN.
Esta técnica nos permite ser capaces de aventurar potenciales comportamientos que sucederán en nuestro entorno antes de que se produzcan. La finalidad es estar preparados para actuar en caso necesario.

Un ejemplo de quienes tendrían desarrollada esta habilidad son los conductores. En su día tuvieron que aprender a desactivar la visión de túnel. La que les limitaba a mirar hacia la carretera sin contemplar la información que provenía de los retrovisores.
Otros serían los practicantes de artes marciales. La técnica Sen sen no sen, empleada en distintas disciplinas japonesas, es uno de los conceptos que se estudian y aplican para acelerar la respuesta frente al potencial ataque del oponente. Y, quienes hayan leído ‘El Arte de la Guerra, del estratega militar y filósofo chino Sun Tzu, habrán visto que el autor contempla este sentido de anticipación como una ventaja bélica respecto del enemigo.

El resto de personas que consideren no tener activado este sentido previsivo y quieran darle un empujoncito, deben saber dos cosas:

  1. El cerebro ya cuenta con mecanismos de alerta, tal y como hemos comentado.
  2. Prestar atención al entorno de forma consciente, sumado al entreno diario, activará el sistema de percepción de riesgos.

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Complejos de persecución paranoica a un lado, deberíamos ampliar nuestra visión focal más allá del frente. Girar el torso o la cara para participar del entorno puede ayudarnos en múltiples momentos.

A modo de ejercicio os animo a que os abráis a la información que os aporta vuestro alrededor. Os daréis cuenta de la cantidad de potenciales riesgos que podéis evitar. Algunas propuestas son las siguientes:

– En el metro no miréis vuestro móvil. Observad a las personas, con sus caras y comportamientos. Mirad si hay personas pendientes de otras.
– Cuando conduzcáis, fijáos en qué vehículos están tras vosotros y durante cuánto tiempo.
– Al deteneros en un paso de peatones, mirad atrás. Ved quién os rodea, actitudes que proyectan, etc. Este ejercicio cobra más sentido, si cabe, teniendo en cuenta la atrocidad cometida recientemente a una mujer que esperaba en un paso de peatones de la Av. Diagonal de Barcelona.

Una vez recibidos todos esos inputs del exterior deben procesarse. Pasar el filtro de información relevante o no relevante. A priori este ejercicio no hará que evitemos peligros potenciales sino que servirá para entrenar nuestro sistema de avisos como un recurso a futuro. El objetivo será desarrollar la capacidad de detección de situaciones de riesgo, prevenirlas y/o actuar en consecuencia.

De todas maneras, no penséis que salir a la calle debe convertirse en una actividad estresante, básicamente, por lo que decía de la detección peligros potenciales. Por eso termino el post con la parte con la que más disfruto de la observación activa del entorno. La más optimista y que, sinceramente, ME ENCANTA. Sólo gracias a que estoy pendiente, soy partícipe en infinidad de ocasiones de situaciones fantásticas y emocionantes que sólo las he podido disfrutar por haber prestado atención al entorno en el que me encontraba.

Finalmente, os recuerdo que si queréis aportar vuestras opiniones y/o experiencias podéis hacerlo a través de los comentarios del post. Además, y como siempre, agradezco vuestro tiempo de lectura y espero que os haya resultado útil.

Haz Esto y Acertarás tu Regalo de Amigo Invisible

Las Navidades están a la vuelta de la esquina y, con ellas, tienen lugar las cenas o comidas de empresa, amigos, compañeros de clase, etc. Además, se aprovecha el momento festivo para jugar al tradicional amigo invisible.

De quiénes se vean reflejados habrá algunos que participen y ya se hayan preguntado «¿y ahora qué le regalo yo a éste/a?«. Comienza, así, el dolor de cabeza  si uno no conoce de primera mano a la persona en cuestión. Pues bien, os explicaré unos trucos con los que seguro acertaréis de pleno.

Para quienes no lo sepan, el origen de esta tradición es venezolano y se remonta al año 1800. Durante esa época, por prejuicios sociales, a las mujeres casadas no se les permitía tener amigos (hombres). Debido a esto, se reunían grupos formados por ambos sexos para intercambiar regalos entre sí.

La mecánica del juego consiste -y proviene ya de entonces- en escribir en un papel el nombre de cada uno de los participantes. Luego, cada persona escoge uno al azar donde aparece el nombre de quien le ha tocado y de quien debe ocultar la identidad. Las fechas posteriores hasta la entrega de presentes sirven de campo de entrenamiento para profundizar en los gustos de la persona objeto del regalo. Llegado el día, todos los obsequios se depositan en un lugar concreto, cada cuál abre el suyo y muchos se aventuran a identificar a su amigo secreto.

Respecto al tema que nos ocupa, la tensión se gesta mientras alguien escribe los nombres, rompe los papelitos y los deposita en un recipiente. El resto, nerviosos, divagan respecto a quién ojalá les aparezca en el papel. Culmina el momento tenso cuando uno abre el papel y descubre el nombre. El azar, caprichoso y aleatorio como siempre, ha decidido.
Pongamos que se trata de aquella persona con la que no existe química o es casi desconocida. ¿Qué hacer si debemos invertir un dinero en él/ella?. Lo mejor es hacer un regalo que guste y/o resulte útil. Pero, ¿cuál?.

Doy por hecho que el entorno cercano (pareja, familia y amigos) es el que resulta predecible a la hora de regalar. No obstante, para aquellos cuya creatividad esté en periodo de descanso transitorio y deban cumplir con su compromiso de amigo invisible, recomiendo tener en cuenta 2 elementos:

1. OBSERVACIÓN
El éxito de la recopilación de información depende en un 50% de esta capacidad. Aunque parece obvio, es aconsejable entrenar esta habilidad y emplear múltiples técnicas que existen. Mi recomendación es aplicar las siguientes fórmulas básicas pero efectivas:
– Poner la máxima atención en el otro.
– Eliminar cualquier distracción y evitar emitir juicios de valor.
– Atender a qué dice, cómo lo dice, qué hace, cómo se mueve, etc.

2. ESCUCHA ACTIVA
Si nuestra pretensión es centrarnos en el otro, la manera adecuada es escucharle de forma atenta y consciente. Se trata de orientar todos los sentidos y prestar atención a sus palabras, lo que expresa y cómo lo expresa.
Algunos errores a evitar son:
– Interrumpir el discurso.
– Dar consejos, opiniones o emitir juicios durante la conversación. A menos que expresamente la persona lo pida.
– Distraerle abordando otros asuntos no relevantes o que pueden posponerse.

Estos dos elementos son clave. Deben ponerse en práctica porque serán la plataforma que sustente los siguientes 2 CONSEJOS para ACERTAR VUESTRO REGALO:

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Observar cuáles son los entornos e identificar algunas de las subdivisiones que hay en ellos. Por ejemplo:

– Entorno Personal: quién es, qué piensa, qué siente, qué padece, qué come, qué bebe, qué viste, qué conduce, qué disfruta, qué sueña,…
– Entorno Familiar: componentes de su familia, si está casado/a, si tiene hijos, dónde reside, qué hay en su residencia,…
– Entorno Social: en qué participa, cuáles son sus aficiones o las actividades que desarrolla (extralaborales, extraescolares, …), quiénes son sus amigos, qué hace con ellos/as,…
– Entorno Laboral: qué labor desempeña, dónde la realiza, qué necesita para desarrollarla,…

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Atender al contenido de cuanto expresa, de sus palabras. Según la PNL, la información que recibimos y que transmitimos suele proceder de tres sentidos principales: la visión (V), el oído (A) y el tacto (C). Esto nos ayudará a captar el modelo representacional y de comunicación predominante en la persona:

Visuales
– Expresiones frecuentes que usan: ¿Has visto?, ¡Mira!, Pienso que…, Sí, claro.
– Tienen facilidad para recordar escenas de películas, imágenes, lo que han leído, etc.
– Disfrutan de los estímulos visuales: películas, fotos, vídeos, televisión, etc.
– La parte mental la tienen muy desarrollada y tienen dificultad, a veces, en entender el porqué de las emociones de algunas personas.

Auditivas
– Expresiones frecuentes que usan: ¿Te suena?, ¡Oye!, Escucha.
– Recuerdan mejor lo que han oido que lo que han visto.
– Acostumbran a ser más tranquilos que las personas visuales.

Cinestésicas
– Expresiones frecuentes que usan: Me gusta mucho…, Tengo la sensación de que…, Esta situación me pone los pelos de punta, Me quedo helado/a al saber que…
– Recuerdan mejor experimentando y haciendo las cosas que solo leyendo o escuchando.
– Caminan cuando hablan por teléfono.
– La parte emocional es muy importante para ellos. Un ejemplo sería preferir que un plato tenga buen gusto a que tenga buena presentación.

Es importante recordar que todos tenemos estos 3 sistemas representacionales y que a veces, podemos utilizar uno más que otro dependiendo del contexto. Podemos ser más visuales a la hora de trabajar, y más kinestésicos a la hora de hacer un viaje.

Otro Consejo
Por otro lado, tened en cuenta que siempre podéis intentar sonsacar información y que ya os expliqué cómo hacerlo en esta entrada del blog. De todas formas, o empleáis sutileza extrema o el amigo invisible puede quedar fácilmente al descubierto. Y no pretendemos eso.

 

Podréis comprobar que el contenido de los 2 consejos os permitirá hacer acopio de muchísimos datos sobre la persona. Así pues, tomad lápiz y papel y pasad a la fase del brainstorming o lluvia de ideas. De todos los datos que hayáis anotado extraed posibilidades de regalo.
Anoto algunos ejemplos:

  • Si disfruta mirando películas aunque va al cine menos de lo que querría: ¿Qué tal regalar un abono de 10 entradas para el cine?.
  • Si siempre viste muy bien, con complementos, se maquilla,…: ¿Qué tal un set de maquillaje profesional, una plancha para el pelo, un broche, un fular de su color preferido,…?
  • Si le encanta cocinar y comer dulce, ¿qué tal regalar un cursillo de postres? (Este regalo me lo hicieron a mi y dieron en el clavo!)
  • Si cuando salís a tomar algo, siempre se pide un gintonic, ¿qué tal regalar un kit de gintonic para que se lo prepare en su casa?.

Posibilidades hay mil y lo principal es que prestéis atención plena. Además, considero que para poner en práctica estos consejos no necesitáis a ningún detective privado. No obstante, si la tarea os resulta ardua, podéis contactarme.

Para finalizar, si ponéis en práctica los consejos y/o queréis comentar algún otro truco que os funcione, vuestras aportaciones serán…¡bienvenidas!.

Espiar el WhatsApp de tu pareja

EspiarwhatsappSi existiera un top 10 de las preguntas que nos plantean a los detectives, ésa probablemente, lideraría el ránking.
Porque, en mayor o menor grado, nos gusta saber qué sucede en el entorno de nuestra pareja. Y, ¿cuál es la herramienta que gestiona muchos, por no decir todos, nuestros entornos?. El WhatsApp.

Haced la prueba. Clicad en el icono de acceso al servicio y en la pantalla de «Chats» podréis ver el listado de las conversaciones en las que estáis. Con sólo ese listado, cualquier persona con un mínimo de capacidad de observación podría advertir vuestras actividades, conocer vuestros gustos, etc. ¿Cómo? Viendo que participáis en grupos del tipo «trabajo (o nombre de la empresa)», «pádel», «AMPA», «patchwork», «inglés», etc.

Las parejas que sospechan de una infidelidad, suelen considerar irrelevantes las conversaciones de grupo. La dinámica del mismo, sumada al número de integrantes que la forman, hacen que la infidelidad resulte menos probable y, por lo tanto, que se esfume el interés de acceso por parte de la pareja.

Pero, ¿qué ocurre con las conversaciones individuales? Esas son las verdaderas conversaciones pata negra. El simple hecho de «captar» por casualidad una conversación de nuestra pareja con un interlocutor del mismo sexo que nosotros despierta un interés inmediato.
De ahí, la necesidad de saber qué pasa dentro del entorno del WhatsApp.

Relacionado con esta cuestión, la revista Cyberpsychology: Journal of Psychosocial Research on Cyberspace elaboró un estudio en 2013 que revelaba que plataformas como WhatsApp o Facebook eran responsables de 28 millones de rupturas sentimentales en todo el mundo. No sorprenderá, entonces, que la compañía de mensajería instantánea cediera ante las presiones de desactivación del doble check. Un servicio de confirmación de lectura que, puesto en manos de personalidades controladoras, podría ser un auténtico peligro.

Por eso, de cara a la prevención y antes de solicitar intervenir una conversación de WhatsApp, siempre sitúo el foco en 2 cuestiones:

11Un argumento recurrente para querer mirar el móvil de la pareja es la intuición. Pero, previamente, es necesario que uno se pregunte si el origen de su necesidad podría radicar en los celos o si, por el contrario, existen indicios objetivos que sustenten la sospecha.

Para la psicóloga Susana Lorente, los celos normales pueden existir de forma puntual en la pareja. Por ejemplo, cuando uno se arregla mucho para acudir a una fiesta, podría escuchar un inofensivo «pero qué guapa te has puesto, ¿dónde vas?» y sin que existan consecuencias derivadas de esa pregunta. Es decir, que no se dé lugar a más preguntas ni comentarios con segundas intenciones.

De otro lado, esta profesional señala que los celos patológicos se dan en personas inseguras que, a priori, pueden parecer muy seguros de sí mismos. Ejemplos de proyección de esa inseguridad surgen con la reiteración de preguntas del tipo:  ¿dónde vas?, ¿con quién vas?, ¿quién te escribe? ¿con quién hablas?, ¿qué te dice?, ¿por qué no me lo explicas?, ¿me ocultas algo?.
El sometimiento a interrogatorios posteriores es una clara señal de alerta.

Los celos, como podéis ver, forman parte de la percepción propia del sujeto que cree que le están siendo infiel. Los indicios objetivos, como imaginaréis, son señales externas cuya realidad puede contrastarse y verificarse.

Según mi experiencia investigando asuntos de infidelidad, algunos indicios objetivos que se dan con mayor frecuencia son:

  • Ausencia mental o emocional de la persona «infiel» y con el entorno personal y familiar habitual.
  • Rechazo de contacto sexual así como de las expresiones de cariño.
  • Alta irritabilidad por cuestiones de poca importancia o que antes no eran tan problemáticas.
  • Se arregla y se asea con mayor frecuencia. De hecho, el entorno ve a la persona «infiel» rejuvenecida, jovial, etc.
  • Tiene aficiones y gustos repentinos.
  • Sus horarios habituales (de desayuno, de trabajo, de actividades) cambian.
  • Porta su móvil a todas partes y lo usa con mucha frecuencia. PERO cuando se presta a que miren su móvil, casualmente tiene llamadas o mensajes antiguos que muestran inactividad de hace tiempo.

Después de esta distinción entre la percepción propia y la externa cabe hacer un ejercicio de introspección y objetividad antes de querer acceder al contenido del WhatsApp de la pareja.
Y más directamente discriminar entre estas dos cuestiones: ¿reconoces en tu pareja algunos de esos indicios o crees que son (tus) celos?.

Si uno entiende que son celos, recomiendo que acuda a un profesional de la psicología. Pero, si cuanto advierte en la pareja son señales que se sustentan de forma sólida, entonces, que siga leyendo…

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La estructura de la pregunta incluye el «debería», que nada tiene que ver con una obligación. Más bien es una invitación a que cada cuál tome las riendas de su próxima decisión. Porque cuando uno reconoce esos indicios (todos, algunos u otros), tiene varios caminos para elegir y que resumo en 3:

    • OMISIÓN

Quien detecta la posible infidelidad está en su derecho de no hacer nada. Bien porque no sepa cómo afrontar una potencial separación o porque no pueda, o por otros motivos perfectamente respetables.
Esta elección resulta muy desfavorable para quien la vive por varios motivos. Entre ellos, que desconoce el alcance de esa potencial infidelidad (que podría, incluso, no existir como la imagina) y porque vive con angustia un futurible abandono.

    • EXPOSICIÓN

Si la comunicación en la pareja era fluida y uno se ve con fuerza suficiente, podría manifestar su percepción con respecto a esa infidelidad. Si las sospechas son ciertas y la pareja opta por la continuidad de la relación, ésta puede salir fortalecida tras la superación de la crisis sentimental. Para ello, es importante gestionar las emociones de ambos en relación al suceso (desconfianza, temor, culpa, inseguridad, rabia, rencor…).

    • INVESTIGACIÓN

Para demostrar que las sospechas de infidelidad son ciertas, entiendo que mirar el WhatsApp resulte un recurso muy goloso.
No obstante, a la pregunta sobre si los detectives podemos espiar el WhatsApp de la pareja de quien nos consulta, la respuesta no admite lugar a dudas: es ilegal. Así queda recogido en el artículo 18 de la Constitución Española sobre el secreto en las comunicaciones y en el artículo 197 del Código Penal.

Por lo tanto, dado que los detectives desempeñamos nuestra actividad dentro del marco de la legalidad vigente, no podemos acceder de manera ilegal a ningún terminal. Cuestión diferente será el acceso a un móvil que porte un trabajador de una compañía y que conozca, previamente, que el uso que debe darle es íntegramente profesional. De todas formas, sobre este asunto (laboral) existen matices legales y salvedades que no son objeto de este post.

Así pues, si uno sospecha de una infidelidad y quiere conocer el alcance de la misma, puede contratar a un detective privado. Los métodos que éste emplee serán legales y la información que se obtenga servirá para tomar una decisión. ¿Cuál? Pues, hay quiénes determinan guardarse la información y no descubrir la infidelidad; otros optan por poner de relieve el hallazgo, exigen una disculpa y la ruptura con la otra persona; otros reclaman una disculpa y deciden zanjar la relación; …
En definitiva, tomar LA decisión que cada uno considere adecuada.

Para terminar, animo a estar atentos a vuestra realidad de pareja. Ya sea de cara a detectar las señales de alerta de una potencial infidelidad, o a intuir un posible proceso de celos que enmascare una inseguridad personal. Ambos casos, como reflejo en el post, tienen distinta solución.
Y, si consideráis que vuestra pareja es feliz, ¡a disfrutar!.

2 Trucos Que Harán Creíbles Tus Mentiras Piadosas

Yo nunca miento2Hay una habilidad que no se incluye en los currículums a pesar de que trabajamos con ella en muchas situaciones de nuestras vidas.
Hablo de la capacidad para mentir.
Ese recurso que requiere destreza, soltura y elegancia, sobretodo, si lo que se pretende es resultar convincentes.
Hoy os voy a enseñar 2 claves que contribuirán a vuestra credibilidad.

Antes de nada, hago un matiz de concepto. No es pretensión del post hacer apología de la mentira como hábito ni que la misma tenga un fin maquiavélico. Mi objetivo es centrarme en la mentira piadosa. Aquella que, por definición, tiene intención benevolente. Es decir, que no pretende proferir un mal ajeno sino, más bien, evitar causar un mayor daño y/o hacer digerible una verdad.

A lo largo de la historia, la mentira siempre ha estado presente. Nuestros antepasados cavernícolas no sólo empleaban el uso de la fuerza contra las fieras para procurarse comida y cobijo. A su manera, recurrían a las trampas, al engaño.

En este sentido, según los estudios realizados por el psicólogo investigador de las emociones Paul Ekman, la selección natural favoreció a los individuos con más astucia, a quienes mejor disimulaban y a los que más mentían. Consideró que haciendo uso de esas artimañas, éstos lograban convertirse en líderes de grupo y alcanzaban mayor éxito social y reproductivo.

Contraria a esta realidad y como ejemplo, muchas religiones han considerado mentir como un pecado y han prohibido de pleno el uso de esta práctica. Por ejemplo, el 8º mandamiento del catolicismo manifiesta claramente «No darás testimonio falso contra tu prójimo» y dedica un extenso argumentario en su apartado III denominado «Ofensas a la verdad«.

Dejando de un lado la tradición histórica y cultural, la mentira a pequeña escala forma parte del entorno del día a día y es una realidad identificable fácilmente. Pero no todo el mundo tiene en cuenta estas 2 técnicas que considero fundamentales para generar credibilidad:

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Has leído bien, ¿verdad?. No de principio a final. De FINAL a principio.
Al mentir, el proceso argumentativo funciona hacia adelante, progresa a medida que construye la historia.

De ahí surge la primera potencial trampa y es que se introducen nuevas ideas para reforzar el argumento. Como normalmente no se controlan los detalles, surgen los «olvidos» o se resultan argumentalmente «inestables«.

Así, cada vez que se produzca una necesidad de mentir de forma piadosa, se debe creer en la historia y se debe pensar en orden cronológico ascendente (progresivo) y descendente (regresivo).

Un ejemplo práctico podéis tenerlo con cualquiera a quien le pidáis que invente una mentira. Anotad los detalles (aparentemente irrelevantes) y sorprendedle a mitad de la historia para que os explique lo sucedido  de forma inversa.

Recuerda que si de verdad hubieses vivido esa situación, no habría detalles distintos al explicarla por el principio o por el final

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Todos tenemos un tono natural a la hora de hablar. Incluso, cuando existe sorpresa, miedo o cualquier otra emoción, nuestro tono también es identificable por el resto de personas que nos conocen.

Ahora bien, al explicar una historia aparentemente irrelevante donde se pretende incluir una pequeña mentira, el inconsciente oculta ingredientes de nerviosismo (aceleración en el habla) mezclados con excitación (para no ser descubiertos).

Un error de aficionado que surge es, precisamente, cuando la persona se enfoca en la parte que explica y olvida su tono de voz. La alteración intermitente en la voz es casi imperceptible pero delata de manera fulminante.

Sin intención de herir sensibilidades, un buen ejemplo son las pequeñas mentirijillas que dicen algunos adolescentes a los profesores o a los padres. El cambio de tonal que emplean algunos de ellos resulta bastante perceptible.

Empatia

Antes de finalizar, animo a que intentéis detectar este tipo de «deslices» que suelen cometer quienes dicen alguna mentira piadosa. No con el fin de arremeter contra ellos/as, sino para adentraros un poco más en el fascinante mundo de las emociones inconscientes.
Y os recuerdo que en caso de que necesitéis abordar un tema más complejo relacionado con este u otros asuntos, podéis contactarme.

Para terminar, os invito a que compartáis vuestros comentarios con experiencias e inquietudes entorno a la mentira, esta desterrada capacidad humana que he tratado en el post de esta semana.

¿Por qué debes grabar todas tus conversaciones?

No lo dudes y…¡graba!

Todos medimos cada palabra que escribimos en un e-mail o en una carta. Pensamos que lo escrito compromete y, por el contrario, que las palabras se las lleva el viento.
En mi opinión como detective, esa frase hecha es una auténtica falacia y voy a demostrar porqué.

A pesar de que poca gente sabe que puede grabar una conversación, telefónica o en persona, en realidad se puede hacer, siempre y cuando sigamos las recomendaciones legales que más abajo especifico. Vayamos paso a paso.

 
 
Cuándo grabar una conversaciónEs obvio que las grabaciones son importantes por el contenido en sí y, a veces, cuesta saber cuando es el momento propicio para grabar.
En mi caso, determino si la futura o incipiente conversación se encuentra dentro de estos 3 CRITERIOS y, por lo tanto, sí debo darle al rec o no:

1. CONVERSACIONES DESEADAS

Definición: Nosotros somos los principales promotores de que la conversación se lleve a cabo. No entro a valorar si el contenido es beneficioso o perjudicial. Simplemente es necesario tener claro que somos nosotros quienes buscan mantener esa conversación.

Ámbito frecuente: En procesos de negociación o acuerdo.

Ejemplos: Negociación de mejoras laborales o discusión de opiniones entre (ex)cónyuges de cara a la custodia de hijo/s menor/es en común.

2. CONVERSACIONES PREVISIBLES

Definición: Acostumbran a darse cuando existe un tema pendiente de resolver. En un 95% de los casos sabemos que vamos a «tener que hablar» o «recibir esa llamada». Además, acaban derivando, inevitablemente, en conversaciones comprometidas (ver punto 3).

Ámbito frecuente: En momentos de decisión que suelen derivar en un cambio de rumbo inesperado para la otra persona con la que hablaremos.

Ejemplos: Una persona desempeña su trabajo como de costumbre. En un momento dado, toma una decisión que resulta, quizá, equivocada para la operativa de la empresa y eso genera consecuencias. O, un caso similar también sería que de una primera negociación dé como resultado una decisión no esperada por la otra parte.

En esta categoría incluiría esos «cafés» sin aparente relevancia antes de un momento importante o esas «llamadas» de tono inofensivo que camuflan una pseudo-amenaza.

3. CONVERSACIONES COMPROMETIDAS

Definición: Son la mezcla entre las deseadas y las previsibles. Por una parte, buscamos la conversación (en mayor o menor medida) y, de otro lado, sabemos que la conversación existirá sí o sí.

Ámbito frecuente: En procesos de carácter contractual.

Ejemplos: En un momento de firma de contrato. No sólo lo que se escribe es lo que queda. A veces, información que «vuela por el aire» durante ese momento suele convertirse en un poderoso activo a futuro, mucho más de lo que pueda aparentar en un inicio.

Cómo debes grabar una conversaciónUna vez detectados los momentos propicios para saber cuándo grabar, es preciso darle forma al cómo hacerlo. Para ello, aconsejo seguir estos dos parámetros:

1. LEGALIDAD
Todas las conversaciones que grabemos deben ser legales ya que que ese hecho validará o invalidará su utilidad posterior. Así pues, ¿cómo saber cuándo es legal?.

Pues bien, el Tribunal Constitucional, en su sentencia del 29 de noviembre de 1984, STC 11/1984 lo deja bien claro. Especifica que las grabaciones propias son legales siempre y cuando uno de los intervinientes en la conversación utilice un elemento de registro de voz. Aunque la otra persona sepa o no que se está registrando la conversación.

Es decir, en una charla en la que participemos podremos grabar aunque la/s otra/s persona/s no sepa/n que lo estamos haciendo.

Para profundizar en este asunto, recomiendo consultar la página de Legal-Recorder, una aplicación que luego apuntaré y donde abordan los supuestos legales al detalle.

Como ya apunté en el anterior post, es muy importante contactar con el asesoramiento profesional de un detective privado para esos casos que revisten complejidad. Sobretodo, aquellos cuya probabilidad de asistencia a juicio es elevada.

2. COMPROMISO
Hagamos recuento. ¿Quién interviene en esa conversación? NOSOTROS y uno o más personas. Es vital recordar que estamos participando de la conversación. Así que la totalidad de lo registrado afecta en ambos sentidos.

Repito: la conversación compromete a ambas partes. Esto debe quedar bien claro.Por ejemplo, si grabamos cuando una persona nos está injuriando, es recomendable no entrar en una espiral de violencia verbal. Entrar al trapo perjudicaría lo que, de buena fe, se intenta demostrar.

Por lo tanto, recuerda que estamos dentro de la conversación y que, como dicen en las películas, lo que uno diga puede ser utilizado en su contra.

¿Por qué debes grabar tu conversación? La sencilla razón por la que debes grabar es, básicamente, por precaución y prevención. La sensación de pérdida de oportunidad que le sobreviene a uno cuando piensa «tenía que haber grabado esa conversación» no se la recomiendo a nadie.

De hecho, si uno reflexiona se da cuenta de que los conflictos de quién dijo qué bien podrían resolverse con una grabación a tiempo. De lo contrario, es iniciar una batalla dialéctica interminable que resulta agotadora emocional y mentalmente.

Por eso, de igual modo que a mis clientes, amigos y familiares, os recomiendo lo siguiente:

En caso de duda, grabad. Luego ya decidiréis si era relevante o no.

Para finalizar, como detective siempre intento tener a mano dos tipos de grabadoras:

  • Grabadora portátil: para uso personal sugiero invertir entre 35-60€.
  • Grabadora de llamadas de voz: Hay muchísimos servicios. Algunos gratuitos y otros de pago. A modo de ejemplo tendríais este para Android y este para iOS. Y, podéis echar un vistazo también al que ofrecen plataformas como Legal-Recorder o Burovoz.

Si queréis aportar más apps de grabación, experiencias o comentarios vinculados al tema del que hablamos, ¡serán bienvenidos!.