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Espiar el WhatsApp de tu pareja

EspiarwhatsappSi existiera un top 10 de las preguntas que nos plantean a los detectives, ésa probablemente, lideraría el ránking.
Porque, en mayor o menor grado, nos gusta saber qué sucede en el entorno de nuestra pareja. Y, ¿cuál es la herramienta que gestiona muchos, por no decir todos, nuestros entornos?. El WhatsApp.

Haced la prueba. Clicad en el icono de acceso al servicio y en la pantalla de «Chats» podréis ver el listado de las conversaciones en las que estáis. Con sólo ese listado, cualquier persona con un mínimo de capacidad de observación podría advertir vuestras actividades, conocer vuestros gustos, etc. ¿Cómo? Viendo que participáis en grupos del tipo «trabajo (o nombre de la empresa)», «pádel», «AMPA», «patchwork», «inglés», etc.

Las parejas que sospechan de una infidelidad, suelen considerar irrelevantes las conversaciones de grupo. La dinámica del mismo, sumada al número de integrantes que la forman, hacen que la infidelidad resulte menos probable y, por lo tanto, que se esfume el interés de acceso por parte de la pareja.

Pero, ¿qué ocurre con las conversaciones individuales? Esas son las verdaderas conversaciones pata negra. El simple hecho de «captar» por casualidad una conversación de nuestra pareja con un interlocutor del mismo sexo que nosotros despierta un interés inmediato.
De ahí, la necesidad de saber qué pasa dentro del entorno del WhatsApp.

Relacionado con esta cuestión, la revista Cyberpsychology: Journal of Psychosocial Research on Cyberspace elaboró un estudio en 2013 que revelaba que plataformas como WhatsApp o Facebook eran responsables de 28 millones de rupturas sentimentales en todo el mundo. No sorprenderá, entonces, que la compañía de mensajería instantánea cediera ante las presiones de desactivación del doble check. Un servicio de confirmación de lectura que, puesto en manos de personalidades controladoras, podría ser un auténtico peligro.

Por eso, de cara a la prevención y antes de solicitar intervenir una conversación de WhatsApp, siempre sitúo el foco en 2 cuestiones:

11Un argumento recurrente para querer mirar el móvil de la pareja es la intuición. Pero, previamente, es necesario que uno se pregunte si el origen de su necesidad podría radicar en los celos o si, por el contrario, existen indicios objetivos que sustenten la sospecha.

Para la psicóloga Susana Lorente, los celos normales pueden existir de forma puntual en la pareja. Por ejemplo, cuando uno se arregla mucho para acudir a una fiesta, podría escuchar un inofensivo «pero qué guapa te has puesto, ¿dónde vas?» y sin que existan consecuencias derivadas de esa pregunta. Es decir, que no se dé lugar a más preguntas ni comentarios con segundas intenciones.

De otro lado, esta profesional señala que los celos patológicos se dan en personas inseguras que, a priori, pueden parecer muy seguros de sí mismos. Ejemplos de proyección de esa inseguridad surgen con la reiteración de preguntas del tipo:  ¿dónde vas?, ¿con quién vas?, ¿quién te escribe? ¿con quién hablas?, ¿qué te dice?, ¿por qué no me lo explicas?, ¿me ocultas algo?.
El sometimiento a interrogatorios posteriores es una clara señal de alerta.

Los celos, como podéis ver, forman parte de la percepción propia del sujeto que cree que le están siendo infiel. Los indicios objetivos, como imaginaréis, son señales externas cuya realidad puede contrastarse y verificarse.

Según mi experiencia investigando asuntos de infidelidad, algunos indicios objetivos que se dan con mayor frecuencia son:

  • Ausencia mental o emocional de la persona «infiel» y con el entorno personal y familiar habitual.
  • Rechazo de contacto sexual así como de las expresiones de cariño.
  • Alta irritabilidad por cuestiones de poca importancia o que antes no eran tan problemáticas.
  • Se arregla y se asea con mayor frecuencia. De hecho, el entorno ve a la persona «infiel» rejuvenecida, jovial, etc.
  • Tiene aficiones y gustos repentinos.
  • Sus horarios habituales (de desayuno, de trabajo, de actividades) cambian.
  • Porta su móvil a todas partes y lo usa con mucha frecuencia. PERO cuando se presta a que miren su móvil, casualmente tiene llamadas o mensajes antiguos que muestran inactividad de hace tiempo.

Después de esta distinción entre la percepción propia y la externa cabe hacer un ejercicio de introspección y objetividad antes de querer acceder al contenido del WhatsApp de la pareja.
Y más directamente discriminar entre estas dos cuestiones: ¿reconoces en tu pareja algunos de esos indicios o crees que son (tus) celos?.

Si uno entiende que son celos, recomiendo que acuda a un profesional de la psicología. Pero, si cuanto advierte en la pareja son señales que se sustentan de forma sólida, entonces, que siga leyendo…

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La estructura de la pregunta incluye el «debería», que nada tiene que ver con una obligación. Más bien es una invitación a que cada cuál tome las riendas de su próxima decisión. Porque cuando uno reconoce esos indicios (todos, algunos u otros), tiene varios caminos para elegir y que resumo en 3:

    • OMISIÓN

Quien detecta la posible infidelidad está en su derecho de no hacer nada. Bien porque no sepa cómo afrontar una potencial separación o porque no pueda, o por otros motivos perfectamente respetables.
Esta elección resulta muy desfavorable para quien la vive por varios motivos. Entre ellos, que desconoce el alcance de esa potencial infidelidad (que podría, incluso, no existir como la imagina) y porque vive con angustia un futurible abandono.

    • EXPOSICIÓN

Si la comunicación en la pareja era fluida y uno se ve con fuerza suficiente, podría manifestar su percepción con respecto a esa infidelidad. Si las sospechas son ciertas y la pareja opta por la continuidad de la relación, ésta puede salir fortalecida tras la superación de la crisis sentimental. Para ello, es importante gestionar las emociones de ambos en relación al suceso (desconfianza, temor, culpa, inseguridad, rabia, rencor…).

    • INVESTIGACIÓN

Para demostrar que las sospechas de infidelidad son ciertas, entiendo que mirar el WhatsApp resulte un recurso muy goloso.
No obstante, a la pregunta sobre si los detectives podemos espiar el WhatsApp de la pareja de quien nos consulta, la respuesta no admite lugar a dudas: es ilegal. Así queda recogido en el artículo 18 de la Constitución Española sobre el secreto en las comunicaciones y en el artículo 197 del Código Penal.

Por lo tanto, dado que los detectives desempeñamos nuestra actividad dentro del marco de la legalidad vigente, no podemos acceder de manera ilegal a ningún terminal. Cuestión diferente será el acceso a un móvil que porte un trabajador de una compañía y que conozca, previamente, que el uso que debe darle es íntegramente profesional. De todas formas, sobre este asunto (laboral) existen matices legales y salvedades que no son objeto de este post.

Así pues, si uno sospecha de una infidelidad y quiere conocer el alcance de la misma, puede contratar a un detective privado. Los métodos que éste emplee serán legales y la información que se obtenga servirá para tomar una decisión. ¿Cuál? Pues, hay quiénes determinan guardarse la información y no descubrir la infidelidad; otros optan por poner de relieve el hallazgo, exigen una disculpa y la ruptura con la otra persona; otros reclaman una disculpa y deciden zanjar la relación; …
En definitiva, tomar LA decisión que cada uno considere adecuada.

Para terminar, animo a estar atentos a vuestra realidad de pareja. Ya sea de cara a detectar las señales de alerta de una potencial infidelidad, o a intuir un posible proceso de celos que enmascare una inseguridad personal. Ambos casos, como reflejo en el post, tienen distinta solución.
Y, si consideráis que vuestra pareja es feliz, ¡a disfrutar!.